Veggie Boogie Salir del modo de lector

PATATAS REVOLCONAS VEGANAS

En el post de hoy voy a proponerte la versión vegana de un plato muy typical spanishpatatas revolconas (también conocidas con patatas meneás). Es un plato muy típico en las provincias de Ávila, Extremadura y Salamanca, se trata de una base de patata cocida machacada con un sofrito de ajos y pimentón que se suele acompañar con torreznos.  Obviamente mi receta es sin torreznos pero en sustitución he preparado un parmesano de castañas y unos tropezones de tofu ahumado que combinan de maravilla. Si te apetece sorprender con una tapa o plato principal tradicional y libre de alimentos de origen animal, toma nota porque es sencillísimo y el sabor es delicioso.

Ahora que es temporada de castañas me ha parecido perfecto utilizarlas para realizar un falso parmesano, pero puedes optar por avellanas, anacardos o almendras y también quedará genial. Mi propuesta está hecha con ajo granulado, pero si el sabor te resulta demasiado fuerte te sugiero utilizar levadura nutricional, que es más suave y es el ingrediente que se suele usar para hacer los parmesanos vegetales. Un poco más abajo te explico cómo preparar este topping, ideal para combinar con nuestras revolconas. Puedes hacer cantidad y guardar en un frasco de cristal, se conserva genial varios días y puede ser el aderezo perfecto para pastas, ensaladas, tostas o cualquier otra cosa que se te ocurra.

PATATAS REVOLCONAS VEGANAS

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Raciones: 4

INGREDIENTES

PARA LAS PATATAS

  • 4 patatas grandes
  • 4-5 dientes de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 3 cucharadas de pimentón dulce de La Vera
  • Sal de calidad

PARA EL PARMESANO DE CASTAÑAS

  • 6-7 castañas grandes
  • 2 cucharaditas de ajo granulado
  • 1 pizca de sal rosa
  • 1 cucharadita de aceite de oliva

PARA LOS TROPEZONES DE TOFU

  • 200 gr de tofu ahumado
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva

INSTRUCCIONES

1. En primer lugar vamos a dejar hecho el parmesano de castañas.  Para ello pelamos las castañas crudas y las pasamos por el procesador de alimentos hasta obtener una textura granulada. Engrasamos una sartén con un poquito de aceite y echamos la picada de castañas. Cocinamos a fuego bajo 5-6 minutos e incorporamos el ajo granulado y una pizca de sal. Salteamos hasta que esté ligeramente dorado y retiramos del fuego.  Pasamos a un bote de cristal y dejamos que enfríe. ¡Parmesano listo!

2. Para hacer las patatas revolconas pelamos y chascamos las patatas. Las colocamos en una cazuela y las cocinamos en agua hirviendo con un par de hojas de laurel y una pizca de sal durante 25-30 minutos o hasta que estén blanditas. Mientras las patatas se hacen, sofreímos los dientes de ajo laminados en una sartén con 3-4 cucharadas de aceite de oliva a fuego bajo. Cuando estén dorados retiramos del fuego y dejamos que temple unos minutos. Entonces espolvoreamos el pimentón y mezclamos bien.

3. Retiramos el agua de la cazuela (pero no la tiramos, la echamos en un recipiente) y reservamos. Con ayuda de un chafador o mortero vamos machacando las patatas y si lo consideramos necesario, agregamos poco a poco agua de la cocción hasta obtener la consistencia deseada. Lo ideal es que quede un puré homogéneo pero no demasiado cremoso.
4. Incorporamos los ajos con el aceite y el pimentón sobre las patatas machacadas, mezclamos bien y salpimentamos a nuestro gusto. En este punto ya tendremos listas nuestras revolconas.

5. En la misma sartén donde hemos sofreído los ajos con el pimentón vamos a dorar el tofu ahumado cortado en tropezones, agregamos un poco más de aceite de oliva, sal y pimienta y cocinamos a fuego medio durante 10-15 minutos removiendo cada poco para que se hagan bien por todos los lados. Lo ideal es que queden muy crujientes y dorados.

6. Servimos las revolconas calientes en cuencos y decoramos con tropezones de tofu y parmesano de castañas. También podemos acompañar con hogaza de pan o picatostes. Salud!

Espero que os guste mi versión veggie de las revolconas, la verdad es que es una tapa que siempre me ha gustado un montón, pero claro, desde que soy vegetariana no me queda otra que prepararlas en casa, porque en los bares y restaurantes siempre suelen servilas con torreznos… Y en otro orden de cosas, me apetecía compartir algunas de las fotografías que he tomado durante mi última escapada a Cuevas del Valle, un pueblecito entre montañas en el Valle del Tiétar en el que viven mis padres. Es un lugar mágico, sobre todo en otoño, la estación del año en la que se ve más espectacular por los colores rojizos y por la niebla que rodea los valles y los bosques, creando una atmósfera super misteriosa y bella.

Me encanta visitarlo siempre que puedo, por estar con mis padres (obvio) pero también para desconectar del estrés y el ajetreo de la ciudad y sumergirme en un estado de paz y relax tan necesario a veces. En esta ocasión hemos dados largos paseos bajo la lluvia, hemos cogido castañas y nos hemos quedado en un estado de letargo absoluto acurrucados en el sofá a la vera de la chimenea. Si a eso le sumas las comilonas de mi madre, y las tardes de café y hornazo, el plan me parece insuperable. Además le he llevado a mi madre un molde y le he pasado mi receta favorita de muffins veganos

Y esta preciosa mini calabaza me la iba a traer a Madrid y se me olvidó en el último momento… Yo y mi mala cabeza, las calabazas me parecen super fotogénicas y esta era sencillamente perfecta, hay que colgarla del techo una temporada y dejarla secar para convertirse después en un precioso objeto decorativo, espero poder llevármela en navidades, hohoho…