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TORTIGLIONI AL HORNO

La pasta también es uno de esos platos estrella que nunca se aborrecen, al menos a mi me pasa ¡podría comer macarrones todos los días! Hoy he preparado tortiglioni gratinados al horno con kale, tomates cherry, calabaza y bechamel y estaban para chuparse los dedos. La col kale me cuesta mucho encontrarla, de hecho sólo la he conseguido en Madrid Productores y como volví a visitar esta feria el fin de semana pasado, aproveché para comprar un manojo. Con esta variedad de col preparé hace tiempo una ensalada fría muy rica (puedes ver la receta aquí) así que en esta ocasión me apetecía probar con un plato caliente. La receta que te muestro a continuación podría sustituir tan tranquilamente a los típicos macarrones con chorizo al horno, el sabor es intenso, contundente y sencillamente delicioso ¿Te animas?


INGREDIENTES


PARA LA BECHAMEL


Ponemos a fuego una cazuela con agua y añadimos una pizca de sal y pimienta y una hoja de laurel. Cuando rompa a hervir vertimos la pasta y cocemos durante 8-9 minutos (lo ideal es que quede “al dente”, hecha pero un pelín dura). Escurrimos, tapamos y reservamos. Por otro lado lavamos bien la col kale y los tomates cherry. Los tomates los cortamos en mitades y la col la troceamos eliminando los tallos y utilizando solo las hojas. En un recipiente amplio echamos el aceite, el vino, una pizca de sal, los ajos picados con el picador y las hojas de albahaca también picadas. Removemos bien e incorporamos la col y los tomates. Mezcla bien todos los ingredientes con una cuchara de madera o con las manos bien limpias. Reserva.

Pela y pica finamente la cebolla y dórala en una sartén grande con 1 cucharada de aceite de oliva durante 2 minutos a fuego medio-bajo. Agrega la calabaza cruda pelada y cortada en dados y sigue cocinando durante 5 minutos. Espolvorea una pizca de pimienta negra y vierte la mezcla de col, tomates y aliño a la sartén. Rehogamos todo a fuego medio durante 10 minutos. Pasado este tiempo incorporamos la pasta cocida y la taza de salsa de tomate casera y mezclamos hasta integrar todos los ingredientes. Probamos por si necesitamos más sal o especias.

Pasamos la pasta a una fuente apta para horno. Reservamos. Ahora vamos a hacer una sencilla bechamel para gratinar nuestros tortiglioni. En una cazuela a fuego bajo derretimos la mantequilla, cuando esté liquida espolvoreamos poco a poco la harina y removemos continuamente hasta que se integre, pero no demasiado tiempo porque no queremos que se nos queme (1 minuto aprox). Ahora añadimos la leche también poco a poco y sin parar de remover (caliéntala previamente en un cazo o en el micro para que no te queden grumos, es un truco infalible). Cuándo tengamos la consistencia deseada (a mi me gusta en un punto intermedio, ni muy líquida ni muy espesa) salpimentamos al gusto y agregamos una cucharada de nuez moscada.

Esta bechamel la vertimos sobre nuestra pasta depositada en la bandeja para horno. Decoramos con mitades crudas de tomates cherry, espolvoreamos queso curado rallado, un poco de orégano seco y unas pipas de calabaza. Horneamos durante 20 minutos con calor por arriba y abajo y para finalizar ponemos el horno en modo gratinar a 250 º entre 5-10 minutos (hasta que la bechamel esté ligeramente dorada). Sirve caliente y acompaña con un poco de queso feta desmenuzado y a difrutar!